Momentos de inestabilidad de la pareja

¿Te sientes tentado o tentada?, ¿llevas mucho tiempo con tu pareja?, ¿sientes lo mismo que en la fase inicial de la relación o que algo ha cambiado y te gustaría recuperarlo?.

Si tu relación pasa por momentos de inestabilidad, esto te va a interesar.

El momento inicial de las relaciones es maravilloso, todo lo del amado nos resulta fascinante, y las que no lo es tanto es compensado por otras cosas.

Nos sentimos deslumbrados e impresionados por sus atributos pero después de un tiempo ¿dónde se fue esa atracción y embelesamiento?.

Somos animales de costumbres

Los humanos somos animales de costumbres, cualquier cosa que conocemos hace que nos acostumbremos a ello, y no es distinto en el caso de nuestro amado.

Conocer a nuestra pareja hace que nos acostumbremos a sus cualidades del mismo modo que nos acostumbramos a tener en el salón la más maravillosa obra de arte, o cualquier otro objeto muy deseado y admirado. Los primeros días de su adquisión nos hacía tener un pañuelo permanente bajo la barbilla por el posible «babeo» que producíamos cuando lo mirábamos pero según pasan los días,  nos habituamos a verlo y ya no sólo no nos causa tanta expectación, sino que dejamos de valorarlo.

La influencia del paso del tiempo

El paso del tiempo hace que nos acostumbremos a lo que tanto nos atraía de nuestra pareja y dejemos valorarlo como merece.

Siempre estamos a la busca y captura de sentirnos felices y plenos. Es de todos sabido que la novedad causa en nosotros un estado de alerta y deseo de descubrir algo desconocido que nos mantenga vivos y emocionados. Del mismo modo que lo ya conocido, por muy bueno que sea, produce costumbre y deja de sorprender y atraer con el paso del tiempo.

Cuando se asienta la costumbre, lo que suele ocurrir es que dejamos de valorarlo y de cuidarlo es decir nos relajamos, lo que hace que descuidemos la relación y como consecuencia, la dejemos ir a la deriva.

El que cuida de la relación

Lo que termina ocurriendo, en el mejor de los casos, es que uno de los miembros de la pareja continúa cuidando la relación, no resignándose al hastío y rutina.

Obviamente, si esta situación perdura en el tiempo y «el relajado» no recupera el interés y la acción, pronto provocará hastío y abandono pues tirar uno solo de un pesado carro, pronto provocará agotamiento. Al fin y al cabo, todos buscamos sentirnos plenos, y al no conseguirlo con esta circunstancia, será sencillo que se haga más sensible a esos estímulos novedosos que provocan expectación.

El vínculo afectivo y emocional que se engendra en una relación sentimental es uno de los más fuertes que siente el ser humano. Por ello, a pesar de vivir situaciones difíciles, se mantienen a lo largo del tiempo.

Muchas veces, somos capaces de olvidar nuestros sentimientos y todo aquéllo que nos enamoró únicamente porque nos acostumbramos a ello. O aún peor, dejamos todo lo vivido con esa persona por un estímulo nuevo que, en ese momento, provoca un «calentón» o una emoción que está adormecida.

Un consejo

Piensa bien antes de decidir, pues a TODO te acostumbras. Lo que perdura son los sentimientos y los valores que enamoran. En la mayor parte de las ocasiones, una apuesta por la novedad no tiene camino de retorno. Existen muchas maneras de recuperar el amor y la ilusión inicial.

Tu Decides: Apuestas o Abandonas…