Vivimos en la sociedad de la inmediatez

La tecnología ha avanzado mucho y nos ha ayudado a mejorar en muchos ámbitos de la vida. Todo es más ágil y más cómodo pero…¿Por qué están aumentando los problemas emocionales si, aparentemente, tenemos más facilidades y comodidades?

Cada vez son más los pacientes que vienen a consulta aquejados de sensaciones de angustia, ansiedad, dificultad de gestión emocional, síntomas depresivos, irascibilidad, preocupación excesiva y dificultad de control de pensamientos, insomnio y un sin fin de síntomas variados que indican problemas emocionales.

Inicialmente tratamos de controlarlos viendo vídeos, leyendo libros o artículos o hablando con personas. Sin embargo, la mayor parte de las veces, en caso de calmar algo, es temporal la mejoría ya que son señales de que hay algo que se ha “desajustado”. ¿Qué está pasando?

La consecuencia de esta sociedad “facilitadora” es la exigencia y, por tanto El Estrés. Ello es debido a que si todo se pone al alcance de la mano con mayor rapidez, también exige lo mismo a las personas, mayor agilidad y mayor presión pero nuestro cerebro no está preparado para ello. Esto supone un estrés crónico que provocan los síntomas físicos que pasan desapercibidos porque nuestra atención está en sobrevivir al día.

Nuestro cuerpo se estresa y somatiza,  nos avisa de que pasan cosas en forma de insomnio, caída del cabello, trastornos digestivos, dificultad respiratoria, angustia,… pero tenemos que seguir adelante, seguir superando obstáculos y no los prestamos atención. Todo ello hasta que un día, los síntomas son demasiado intensos como para obviarlos. Es entonces cuando nos preguntamos ¿qué me ocurre? ¿Me estoy volviendo loc@? Pero ¿Qué es lo que me está pasando realmente?. Es en este momento cuando solemos pedir ayuda, cuando ya nos han fallado las herramientas personales y sentimos que hemos perdido el control.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Nuestro cerebro esta preparado para ayudarnos a sobrevivir, como apuntaba anteriormente, para pasar el día contamos con un complejo organismo que conecta los distintos sistemas para poder interpretar lo que ocurre a nuestro alrededor poder manejarlo y salir airosos y beneficiados.

Desde que nacemos vamos incorporando todas las experiencias en forma de aprendizaje para identificar qué es bueno y que es peligroso para nuestra integridad física o emocional. A partir de ellas, formamos creencias y  estas serán el filtro para dar significado a lo que voy percibiendo en mi dia. Lo importante de este hecho es que en ocasiones interpretamos las cosas de forma errónea porque son muchas las variables inconscientes que influyen en dicha interpretación. Ni que decir tiene que estas interpretaciones que hacernos en la más tierna infancia están sesgadas por la inmadurez emocional y cognitiva de dicha etapa, sin embargo condicionarán por completa nuestras vivencias.

A partir de aquí es sencillo, como la información en el cerebro fluye por sus carreteras, redes neuronales, cuando vivimos una situación que el cerebro identifica como amenazante, cuando en un futuro ocurra algo similar a aquélla situación, directamente conectará con la ya vivida en el pasado y provocará una respuesta sísmica y emocional similar a la que se dio en aquel momento.

El problema es que las experiencias interpretadas como amenazantes, provocarán respuestas reactivas de ataque, huida o bloqueo. Al ser todo esto un proceso inconsciente no sabemos a qué se debe el malestar que vivimos y éste puede llevarnos a perder el control de nuestra vida, sensación incapacitante de forma total o parcial que constituyen uno de los principales motivos de consulta sin saber muy bien su procedencia y por tanto sin poder solucionarlo.

Efectivamente, la mayor dificultad para el manejo de nuestro malestar emocional es el carácter inconsciente de todo este complejo funcionamiento pero que igualmente nos perturba.

Con mis más de 20 años de experiencia y con una metodología innovadora basada en neurociencia puedo ayudarte a analizar tu caso y descubrir la procedencia de tu malestar para eliminarlos de forma definitiva y transformas dichas vivencias en un aprendizaje y superación personal.

Déjame ser tu ayuda y apoyo en esa transformación.

¡Lo que hoy parece un huracán en tu vida, mañana comprenderás que sólo era el viento, abriéndote un nuevo camino!