Desamor, falta de ilusión y miedo

Del amor al desamor. El desamor se define como la falta de amor o afecto a una persona o cosa. Una de las cosas que más se echan de menos cuando vivimos el desamor es la falta de ilusión y el miedo a no volver a sentirlo.

Nos sentimos desengañados al perder la ilusión que teníamos por algo. Pero ¿a qué se debía esa ilusión?

Esta es una pregunta difícil de responder pues la ilusión es una cuestión subjetiva que no tiene por qué tener relación con la realidad. Por lo tanto, esa ilusión tan propia del enamoramiento sólo se debe a nuestras expectativas de que las cosas sean como desearíamos que fueran.

Ante esta reflexión, resulta muy probable que si nos hemos desenamorado sea debido a que la realidad no corresponda del todo con lo que esperábamos que fuera inicialmente.

Desamor, expectativas y creencias

El desamor puede ser debido a unas expectativas poco realistas de la situación o persona amada. Antes de pasar a la decepción y al profundo y duro duelo, tenemos que preguntarnos:

  • ¿A qué se debía nuestra ilusión?
  • ¿No estuve atento o atenta a las señales?
  • ¿Me he dejado llevar por lo que deseaba que hubiera sido?
  • ¿Me ilusioné porque realmente necesitaba que fuera así?

Las respuestas que des te orientarán del punto donde te encuentras. No es lo mismo que te hubiera gustado que fuera una chica que quisiera tener una relación seria contigo a necesitar que así fuera para que te acompañara en tus responsabilidades como padre para sentir que sois la familia que se rompió con tu ex.

Esto te dará pistas de tus carencias, ya sean de dejadez o falta de atención, necesidades ocultas,…

Todo esto también sugiere que, en cualquiera de los casos, tú no has estado viviendo la auténtica realidad, sino la tuya. Con lo que los daños colaterales serían que, al no haber estado en dicha objetividad, no hayas prestado atención a otras cualidades y por tanto te estés perdiendo algo realmente bueno.

Ni era tan bueno como esperabas al principio ni tan malo como crees ahora.

Y esto puede hacer que tras un tiempo de alejamiento, empieces a darte cuenta de los valores reales que tenía tu pareja pero ya sea demasiado tarde.

Un consejo, sé realista y mantente atento a las señales, no te dejes llevar por lo que te gustaría que fuera, lo mucho que te va a completar y lo feliz que te va a hacer.

Las relaciones que se asientan sobre la realidad son las que más probabilidades tienen de consolidarse.

De este modo, difícilmente te desenamorarás ni tu enamorado tampoco. Y en caso de que así ocurriera, será algo tan progresivo y predecible que no habrá sorpresas.