Sincronización Hemisférica Cerebral (SHEC)

Vivimos constantes experiencias y, con ellas, estamos expuestos a gran cantidad de información que el cerebro debe procesar.

Para llevarlo a cabo de un modo práctico y saludable, los dos hemisferios que lo forman, el derecho y el izquierdo, deben estar en constante sincronización intercambiándose la información que cada uno posee.

Así, ante nuestra vivencias y percepciones del entorno tendremos tanto la interpretación emocional como racional que cada uno de ellos nos aporta, consiguiendo así un equilibrio mental y emocional. cerebro

De este modo, el cerebro tiene capacidad de procesar y manejar tanto las situaciones cotidianas como las imprevistas, pudiendo hacer desaparecer las emociones negativas asociadas a ellas. Todo ello lo integra y elabora para que nos sirva de aprendizaje por si fuera necesario utilizarlo en el futuro.

Podemos decir que el cerebro tiene sí propio y constante Sistema de Autocuración. Cuando todas nuestras experiencias son y han sido positivas no existe ningún problema en su procesamiento, el cerebro capta la información y la integra fácilmente. Sin embargo cuando hemos tenido alguna vivencia difícil o inesperadas en el pasado o presente, nuestro cerebro comienza a tener dificultes ya que entra en modo supervivencia y este perfecto funcionamiento se altera pudiendo generar muchos problemas en nuestra salud mental y emocional.

Ayuda en Experiencias Traumáticas

Cuando vivimos experiencias inesperadas que nos provocan un gran impacto emocional y malestar, traumas, nuestro cerebro puede desequilibrase y perder la sincronía. Y es que esta perfecta maquinaria de nuestro sistema nervioso está programada biológicamente para preservar nuestra supervivencia. Sin embargo, por muy loables que sean sus intenciones, la consecuencia de ello genera mucho sufrimiento. A partir de ese momento, todas las situaciones que vivamos en un futuro con algo en común a estas, las experimentaremos con las mismas sensaciones físicas y emocionales que sentimos en ella, quedando atrapados en ellas, en bucle, sin poder verlas con la claridad racional necesaria para actuar.

Veamos qué ocurre exactamente:

Ante una vivencia traumática la persona queda atrapada en redes neuronales, en alguna parte del cerebro, con la emoción, creencias negativas que produce y todo tipo de detalles de la misma, impidiendo que podamos acceder a los recursos y a las experiencias que posee el hemisferio izquierdo. De este modo, nos vemos impedidos para procesar la información adecuadamente.

Esta situación provoca incredulidad de lo que esta ocurriendo y síntomas emocionales como:

    • ansiedad
    • tristeza o pesimismo
    • pánico
    • miedo
    • ira
    • insomnio
    • baja autoestima
    • creencias irracionales

También síntomas físicos como:

    • presión en el pecho
    • diarreas repentinas
    • nudo en el estómago
    • tensión muscular
    • calambres

Síntomas que aparecerán también con el recuerdo o aparición de algún estímulo asociado o similar a la situación, traumática, no procesada adecuadamente.

Con la Técnica de Sincronización Cerebral conseguimos que el cerebro utilice esa capacidad sanadora que posee de forma natural. Es decir,  procesamos toda esa información dolorosa bloqueada e incluso nos ayuda a prepararnos para enfrentarnos a situaciones futuras que consideramos que nos pueden desbordar.

La Sincronización de ambos hemisferios consigue que esa información bloqueada desadaptativa se convierta en adaptativa. Con ello, conseguiremos que nos sirva de aprendizaje aportándonos herramientas para el futuro al poder utilizar los recursos del hemisferio izquierdo.

Este método incluye muchas herramientas que nos permitirá una solución integra, modificar esas creencias desadaptativas y asociar emociones positivas, eliminando así el malestar emocional y permitiendo el entendimiento, la aceptación y bienestar emocional.

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